Cosas que hacer y ver antes que caiga el telón

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Festival de Dwali
No esperen gran cosa tras la resaca navideña, esto será una deshilvanada serie de cosas que me gustaría hacer y ver antes que los átomos que me componen vuelvan a disgregarse en el cosmos. Notarán que son casi todo viajes...
  • Ver Hanami, el festival de la floración de los cerezos en Kyoto. Pasear de noche admirando los espléndidos árboles y hacer el tradicional picnic nocturno bajo un árbol.
  • La Fiesta de las Luces o Dwali, en India. Desfiles de elefantes cubiertos de luces, espectáculos pirotécnicos y la luz y el fuego como protagonistas.
  • Hacer una ruta a caballo por el Gran Cañón del Colorado. Seguir los meandros del río y dormir como un cowboy, con unas mantas, la silla del caballo a modo de almohada, y la increíble noche del desierto sobre mis ojos.
  • Terminar mi absurdo libro sobre las surrealistas aventuras de mi antihéroe anacrónico y borrachuzo.
  • Visitar el Kennedy Space Center, en Florida, y sentir el escalofrío que seguramente me producirá el maravilloso Saturn V. Por no hablar del único módulo lunar, que se encuentra en la Smithsonian Institution.
  • El Sahara, sueño infantil donde los haya. Pero este sueño sí que es imposible dada la situación político-religiosa de África del Norte. El único sitio (de momento) accesible es Marruecos, dado que las primaveras árabes han devenido, desgraciadamente, en demenciales regímenes integristas, cuando no en caos absoluto como en la pobre Mali.
  • Ya que estamos en África, mi otro gran sueño: el Valle del Rift, en Kenya y Tanzania... las inmensas sabanas, el Kilimanjaro, la garganta de Olduvai, testigo de los primeros pasos de la Humanidad, Serengeti, Ngorongoro... claro que tendría que ir en un Land Rover apiñado con otros 20, y no como me gustaría, en plan Memorias de África, pero algo es algo. Y sin olvidar el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica y el desierto del Kalahari en Namibia. Vamos, que me pasaría seis meses allí.
  • Poder tener en una vitrina todas mis maquetas de aviones y tanques, y poder exhibir en maniquíes mi colección de uniformes (fliparían si supieran lo que hay en mi casa al respecto)
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    El Saturn V
  • Tener un fusil SCAR o un CAR 15 para hacer tiro al blanco, aunque con nuestra estúpida legislación no creo que los admitieran para tiro olímpico.
  • Dominar de una puñetera vez el arte del Shôdo.
  • Ver llegar el hombre a Marte. De veras, no es coña, me produciría un estado de auténtica felicidad, aunque tendría a mano un bate de béisbol para darle justo detrás de la oreja a los que dijeran que es un fraude y que se filmó en un estudio (no soporto más a los conspiranoicos. Me ponen malo)
  • No creo que sea en este siglo, pero me podría en éxtasis tipo santa Teresa la comprobación empírica de la teoría de cuerdas.
  • Recorrer los escenarios de la Segunda Guerra Mundial en Europa: Normandía, las Ardenas, Auschwitz-Birkenau... sería duro, pero he leído tanto sobre ello que poder estar ahí sería una experiencia indescriptible.
  • Visitar Masada, en Israel, y en estos tiempos deslavazados recordar que hubo gentes que prefirieron la muerte a la esclavitud.
  • Pasar una par de meses en Italia: empezar por la Roma Imperial, y terminar en el Renacimiento... en Siena, Pisa y volver a mi amada Florencia. Pero sin prisas, no tipo turista sino con calma.
En fin, sé que me iré sin cumplir estas cosas, pero bueno, por soñar que no quede. Ya se sabe que como bien dijo Don Pedro:

"¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción;
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."